En el artículo de esta semana os vamos a hablar de los cables para funambulismo, a mí, el autor de este texto, es algo que siempre me ha atraído mucho personalmente y las sensaciones vividas, que a veces son difíciles de transmitir con palabras, el riesgo, el control, la soledad, la satisfacción, la adrenalina y el pánico, todo mezclado a cada paso o movimiento; vamos a tratar de transmitiros de forma breve la planificación y cálculos para poder realizarlo de forma segura.

Últimamente vemos mucho por nuestros parques o zonas de ocio, lo que entendemos como el inicio al funambulismo, hoy en día es la modalidad del Slackline, de forma resumida, caminar en equilibrio por una cinta entre dos puntos, una vez que mantenemos el equilibrio y caminamos con facilidad una distancia media, podemos ir subiendo de nivel hasta pasar por todas sus modalidades: Trickline, waterline, longline, highline, rodeoline y yogaline.

Pero los verdaderos inicios del funambulismo son los que me cautivaron desde niño a la altura, a la escalada y de la mano de mi querido tío Eladio (policía nacional, aventurero, escalador y que tuvo la gran capacidad y paciencia de compartirlo con un niño).

¿Qué es el funambulismo?

Desde el termino referido al artista de circo que nos deleita con su trabajo sobre cuerdas o cables de acero tensados, con la palabra que proviene del latín “Funambulus”,  “Funis” significa cuerda y “Ambulare” que significa caminar, avanzar o andar, dio lugar al término de Funambulista, hay familias con renombres en el circo como la familia Wallenda, la familia Bordini, etc y los realizados clandestinamente como el francés Philippe Petit en la Catedral de Notre Dame o las Torres Gemelas World Trade Center.

philippe petit nueva york

Philippe Petit cruzando las Torres Gemelas de Nueva York en 1974 (Fuente: A.F.P.)

Desde Proalt Ingeniería, para partir con este tipo de proyecto hay que tener claro la localización de donde se realizará esta disciplina, no es lo mismo realizarla en un entorno controlado y estructural como entre dos edificios, que un entorno natural entre un cañón o paso natural de rocas.

¿Dónde se va a realizar?

violinista funambulista entorno estructural

Ejemplo de funambulista en entorno estructural

En el caso estructural y dependiendo de cómo sea el tipo de estructura estudiaremos meticulosamente y mediante cálculos las distancias, los anclajes, los elementos que utilizaremos y sus dimensiones, por ejemplo:

  • Cabestrante
  • Aparejos con poleas simples, dobles o  triples
  • Trípodes de reenvío (un elemento muy importante puesto que se fabricará en acero para su resistencia, el diseño y su geometría nos dará la altura y demás elementos necesarios para su buen funcionamiento)
  • Tensores de horquillas
  • Eslingas
  • Grilletes de carga
  • Cables y guardacabos

Dependiendo si la estructura es permanente o temporal también cambian los elementos y el tipo de cálculo; para los arriostramientos del cable depende también las distancias para estabilizarlo, si se realizará anclajes hacia un nivel inferior o diagonales a la misma altura; en la hazaña de Philippe Petit contó con varios colaboradores y uno de ellos era matemático quien realizó todos estos cálculos a pesar de no tener ninguna experiencia y sufrir de vértigo.

Realizados los primeros cálculos sobre el tipo de cable, su configuración y diámetro también hay que tener en cuenta las preferencias del funambulista, un diámetro de grosor que no le haga sentir buenas sensaciones en el pie o su forma de caminar puede ser un condicionante, por eso hay alternativas al número de cables e hilos por cable que compone el trenzado del mismo y el alma del propio cable, este se fabricará a medida y se someterá a una carga de prueba.

También hay que tener en cuenta si en las propias estructuras existe movimiento entre ellas que alteren la distancia, la tensión del propio cable y resto de elementos, estos movimientos estructurales pueden alterar considerablemente un exceso de tensión y no queremos que llegue a un límite elástico que pueda suponer un problema, en esta situación podemos contrarrestarlo con un mecanismo absorbedor que acompaña el movimiento y no se traslada la sensación al cable.

funambulista entorno natural

Ejemplo de funambulista en entorno natural

En el caso de un entorno natural desde Proalt Ingeniería dependemos de las condiciones existentes en el terreno y si este no es un espacio protegido e inalterable, independientemente que se realicen los cálculos y estudios mencionados con anterioridad, todo va vinculado a la fase del estudio del terreno.

Os ponemos un ejemplo, imaginaros que podemos realizar un penetrómetro en el suelo o roca, para medir la resistencia del mismo, nuestro trabajo se basaría en los tipos de anclajes que realizaremos, la base del trípode y el cabestrante (a mayores distancias llegan a ser incluso eléctricos y con trinquetes de enclavamiento como medida de seguridad y junto al freno de motor).

Pero de lo contrario, si se da el caso de que no pudiéramos utilizar el terreno, el estudio se basaría en estructuras contrapesadas de manera que se utilizaría gran tonelaje y para estabilizar el cable utilizaríamos contrapesos en el propio cable a modo de péndulos y a cortas distancia entre ellos.

Elementos de seguridad

La mayoría de los primeros funambulistas no usaban ningún sistema de seguridad, pero poco a poco se fueron introduciendo distintos dispositivos de seguridad:

  • Cinturón de seguridad, dependiendo del espectáculo llegaban a esconderlo por la pernera del pantalón y conectándolo al cable haciéndolo prácticamente invisible al público.
  • La red de seguridad en el circo.
  • Líneas de vida por encima del funambulista, y es que en algunos casos y en la actualidad lo exigen las autoridades locales.
  • Cestas autoportantes que están preparadas para montarlas en el propio cable y que puedan servir como evacuación o rescate, estas cestas cuentan con sus propios sistemas de reenvíos.

Como consejo, asesoraros siempre por un experto en la actividad que vayáis a realizar, y hacerlo siempre con un monitor hasta que alcancéis la experiencia suficiente para realizarlas solos.

Por último, y a título personal, agradecer a mi tío Eladio las horas dedicadas en poca altura, para mas tarde “cruzar en equilibrio” mi primer puente de mono en Huesca.

La formación en el ámbito del riesgo de caída de altura es un factor indirecto que puede mejorar mucho la competencia de los trabajadores o no servir para nada, esto se debe a que es muy específica y por tanto no se debe hacer de forma genérica

Los cursos que nuestros trabajadores han de recibir deben de cumplir con lo que indica la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) y en este campo de los cursos tienen que ser teóricos y sobre todo prácticos, evitando las formaciones que no tengan esta segunda parte.

La visión clásica de las empresas es que la formación es un gasto directo que se asume como un requisito para entrar en ciertos sectores y que no forma parte de la producción diaria de sus operarios, no se suele valorar como se hace con una inversión en investigación de nuevos productos, la adquisición de un nuevo equipo que reduzca los tiempos de producción, la implantación de equipos más eficaces, etc.

Para valorar la formación como una inversión debemos saber y tener muy claro dos conceptos básicos, cuál es el coste y qué beneficios nos va a aportar tener esta cualificación.

Coste de la formación

Vamos a empezar valorando cual es el coste real de la formación, todos los cursos tienen una serie de componentes que sumándolos nos dan el coste de ésta, estos son algunos de los aspectos que podemos tener en cuenta, evidentemente son variables dependiendo de numerosos factores:

  • Coste del profesor, para teoría y para la práctica.
  • Coste de las instalaciones, en sus distintas opciones.
  • Gasto en equipos que se utilizan.
  • Material genérico para los alumnos.
  • Material específico.
  • Material consumible.

Beneficios de la formación

Qué obtienen los operarios cuando reciben una formación de trabajos en altura:

  • Reconocer los riesgos a los que se exponen.
  • Conocer los procedimientos de trabajo adecuados tanto genéricos como específicos.
  • Realización de operativas de acceso a zonas con riesgo de caída a distinto nivel.
  • Conocer equipos de trabajo y su rango de utilización.

Invirtiendo en formación

Una vez que establecemos esta relación coste-beneficio,  el objetivo que tenemos es maximizarla para conseguir el máximo retorno y por tanto transformar el gasto en una inversión. Que eso suceda dependerá esencialmente de la calidad de estos cursos, y que podemos valorar para sumar o restar calidad:

  • La especialización del formador.
  • El contenido adaptado de la parte teórica de la formación.
  • La presencialidad en las formaciones prácticas.
  • Disponer de un escenario real para poder realizar estos ejercicios (centro de prácticas).
  • En formaciones dentro del propio centro de trabajo hemos de tener en cuenta las operativas que se realizan y que se puedan adaptar para un curso.

Debemos por tanto huir de las formaciones cuyo valor es “0”, y por ello, como consejo, hemos de alejarnos lo máximo posible de los cursos que contengan frases como estas:

  • Formación teórica/práctica 100% on-line.
  • Cursos de poca duración e índice de contenido inmensos, por ejemplo: 2 horas de curso para cubrir 10 competencias.
  • Cursos agrupados con duraciones imposibles, en una misma jornada se obtiene formación en altura, rescate, espacios confinados, inspección de EPIs, etc.
  • Evitar formaciones multitudinarias, cursos con 20 o 30 alumnos no suelen ser productivos.
alumnos practicando en el curso de formacion en las instalaciones de proalt en murcia

Ejemplo de Formación práctica con un ratio de 1/7

Cómo podemos filtrar para conseguir que la calidad y la practicidad sean una garantía de que los trabajadores van a cualificarse de forma adecuada, debemos fijarnos en conceptos como estos:

  • Revisar el CV del formador, tanto en la parte práctica como en la teórica.
  • Comprobar los índices de contenido tanto de la parte de aula como de la zona práctica y que contengan los requisitos que previamente hemos evaluado y que necesitamos para nuestros trabajadores.
  • Cerciorarnos de que equipos se van a utilizar, que se dispongan de estos para todos los operarios que realizarán la formación.
  • Tener cuantificados los tiempos de los recorridos que van a ejecutar el 100% de los trabajadores y que esto encaje con el tiempo de la formación.
  • Verificar la ratio profesor alumnos sobre todo en la parte práctica, en cursos de altura una relación 1/8 sería correcto.

En Proalt Ingeniería impartimos formación en seguridad en altura acorde a las necesidades de cada trabajo y cumpliendo con lo establecido en materia de Prevención de Riesgos Laborales, siendo totalmente transparentes tanto con los profesionales formadores y el contenido, como con los EPIS e instalaciones que se van a utilizar en cada curso.

Son varias las referencias de normativa técnica y legal que hacen alusión a la importancia de la información y formación que deben de recibir los trabajadores con el fin de dar cumplimiento al deber de su protección, con el objetivo final de minimizar los riesgos laborales y en definitiva evitar accidentes. Los artículos 18 y 19 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales hacen una referencia clara al respecto.

¿Qué es lo mínimo en los trabajos en altura?

De forma específica sobre los trabajos en altura, en el Real Decreto 2177/2004, de 12 de noviembre, se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo, en materia de trabajos temporales en altura.

f) De acuerdo con las disposiciones del artículo 5, se impartirá a los trabajadores afectados una formación adecuada y específica para las operaciones previstas, destinada, en particular, a:

    1. Las técnicas para la progresión mediante cuerdas y sobre estructuras.
    2. Los sistemas de sujeción.
    3. Los sistemas anticaídas.
    4. Las normas sobre el cuidado, mantenimiento y verificación del equipo de trabajo y de seguridad.
    5. Las técnicas de salvamento de personas accidentadas en suspensión.
    6. Las medidas de seguridad ante condiciones meteorológicas que puedan afectar a la seguridad.
    7. Las técnicas seguras de manipulación de cargas en altura.
RESCATE ASISTIDO PROALT

Formación práctica de Rescate en Trabajos en Altura mediante el uso de distintos EPIS y dispositivos de seguridad

Además, tal como hemos indicado en anteriores posts, los dispositivos de anclaje anticaídas están recogidos en la norma UNE-EN 795:2012 y se describen cinco tipos, de los cuales dos de ellos (Tipo B y Tipo E) tienen la consideración de Equipo de Protección individual (EPI).

  • Tipo A: Dispositivo de anclaje fijado a estructura
  • Tipo B: Dispositivo de anclaje móvil no fijado a estructura (EPI)
  • Tipo C: Dispositivo de anclaje de línea flexible, horizontal
  • Tipo D: Dispositivo de anclaje de línea rígida, horizontal
  • Tipo E: Dispositivo de anclaje contrapesado-pesos muertos (EPI)

Los de Tipo A, Tipo C y Tipo D se instalan por personal cualificado siguiendo las especificaciones concretas de cada fabricante para garantizar su resistencia y funcionamiento correcto en caso de que se activen por una caída.

Como consecuencia de este requerimiento de formación e información y teniendo en cuenta que se debe de hacer un uso adecuado de los dispositivos de anclaje anticaídas permanentes o temporales, existe la necesidad de definir un procedimiento de trabajo específico que a su vez debe de estar totalmente relacionado con la operativa de todos los trabajos en altura que se tengan que desempeñar.

El procedimiento de trabajo específico debe de ser trasladado a los trabajadores de forma teórica y práctica y desde Proalt recomendamos que sea una parte más complementaria a cualquier proyecto de suministro y/o instalación de dispositivos de anclaje.

¿Qué debemos tener en cuenta en un procedimiento de trabajo?

De forma orientativa y con el detalle que se requiera en cada proyecto, podemos definir algunos puntos comunes que podrían tener todos los procedimientos de trabajo específicos:

  1. Empresa que lo realiza
  2. Empresa destinataria
  3. Ámbito de aplicación
  4. Fecha de realización
  5. Objeto y criterios de referencia utilizados
  6. Descripción de los EPIS necesarios para la ejecución correcta del procedimiento
  7. Instalaciones anticaídas y acceso instaladas objeto del presente procedimiento (croquis representativo)

El procedimiento de trabajo específico debe de ser modificado siempre que los dispositivos de anclaje hayan sufrido cambios por mejoras técnicas, operativas o porque las zonas donde han sido instalados han modificado las condiciones iniciales que se tuvieron en cuenta en la certificación inicial.

Normalmente es la propiedad quien lo requiere a la empresa proveedora o instaladora que definió y realizó la instalación anticaídas pero en ocasiones lo elabora la propia propiedad apoyándose en la documentación audiovisual que recopiló mediante una demostración práctica de uso. En ocasiones, estos procedimientos se requieren, se realizan y se exponen en formatos de video como complemento al resto de medidas preventivas necesarias a tener en cuenta en las empresas, y son presentados tanto a los trabajadores de los equipos de trabajo propios como a empresas externas que acceden a sus instalaciones. Esta presentación se suele hacer en aulas previamente a los accesos, además, algunas empresas también evalúan mediante cuestionarios su comprensión.

En definitiva, se trata de definir un “paso a paso” claro y preciso que se debe de concretar documentalmente y entregar a la propiedad para que lo ponga a disposición de cualquier usuario de los dispositivos de anclaje con la suficiente antelación para que pueda ser comprendido y aplicado, es decir, sería el “lubricante” para que la cadena de todos los componentes de un sistema anticaídas funcione correctamente.

Fuente imagen portada: FERM

La espeleología es una disciplina deportiva cuyo término proviene de las palabras griegas: Spelaion (caverna) y logos (tratado), por lo tanto: Tratado o estudio sobre las cavernas.

Hoy día es un deporte minoritario que engloba numerosas disciplinas científicas como la geología, hidrogeología, fauna, climatología, biología, topografía, fotografía, arqueología, paleontología, … así como los medios y las técnicas adecuadas para el acceso con seguridad a las cavidades para su examen y estudio; por lo tanto, la espeleología es un deporte-ciencia.

La espeleología es un deporte no exento de riesgo ya que se desarrolla en cavidades (cuevas y simas) las cuales tienen unos elementos intrínsecos (pozos, gateras, pasos estrechos,…), que dificultan el acceso y la exploración, por lo que nos exige una preparación, una destreza, y un material específico; su conocimiento y aplicación servirá para que el espeleólogo pueda franquear con éxito estas dificultades.

El desconocimiento del medio físico en el que se desarrolla esta actividad y los riesgos que suponen los elementos que en ellas se encuentran, aumenta el riesgo de accidente. Por lo que además de conocer las técnicas y poseer un equipamiento adecuado, debemos también conocer las características del medio en el que vamos a desarrollar la actividad, así como una formación específica.

Interior de la Cueva de Waipu en Nueva Zelanda

La importancia de una buena planificación

Antes de acometer una actividad espeleológica debemos informarnos de las características de la cavidad que vamos a visitar, así como conocer nuestras propias posibilidades físicas y técnicas.

Existe una clasificación de las cavidades según la siguiente tabla:

Tabla de Dificultades (Fuente: R.D. 64/2010, de 29 de enero)

Una visita o exploración a una cavidad se tiene que planificar minuciosamente abarcando hasta el más mínimo detalle, por ello es imprescindible ir acompañado de personal técnico o guías que garanticen la seguridad de la actividad:

  • Antes de la exploración: Poner en conocimiento de los compañeros o familiares lo que pensamos hacer, localización, horarios previstos, etc. para que en caso de necesidad puedan movilizar la ayuda necesaria. Revisar la información disponible de la cavidad (topografías, fichas técnicas, reseñas o funcionamiento hídrico) así como de las previsiones meteorológicas a corto plazo. Revisar todo el material necesario, así como la logística y manutención.
  • Durante la exploración: Llevar el material necesario y adecuado. Adaptar la marcha al ritmo del menos fuerte, llevar material de supervivencia y primeros auxilios. Respetar el ciclo biológico, siempre que sea posible, del ritmo de comidas, descanso e incluso sueño. Equipos de 3 personas como mínimo. Conocer nuestras posibilidades y/o situaciones imprevistas que nos podamos encontrar en la cavidad; ante la duda nos daremos media vuelta.
  • Después de la exploración: Avisar a nuestros amigos o familiares de nuestra salida. Lavar el material utilizado y revisar los equipos para que estén listos y preparados para la siguiente exploración.

Ejemplo de vivac (Fuente: EFIMER)

¿Qué hacer en caso de accidente?

También es importante conocer cuáles son los accidentes más frecuentes para tratar de evitarlos y estar preparados en caso de que le ocurran a un compañero, estos son:

  • Traumatismos
  • Quemaduras
  • Ahogamientos y casi ahogamientos
  • Pérdidas y/o despistes
  • Síndrome de agotamiento-hipotermia

Simulacro de socorro (Fuente: FERM)

Rescate en una cavidad

En caso de un incidente y/o accidente se produce la alerta tras llamar al teléfono de emergencias (en España el 112)  o a través de cualquier cuerpo de seguridad oficial: Guardia Civil, Bomberos, Policía Local,…

Para abordar con éxito un rescate de estas características: muchos socorristas, gran cantidad de material y larga duración, es necesario tener una buena estructura operativa y una buena organización para poder realizarlo con el mínimo de socorristas, de material y de tiempo

La efectividad del rescate repercute favorablemente en las personas que intervienen, pero sobre todo se hace vital para el accidentado, ya que de la rapidez con que se realice el rescate depende directamente su estado.

Los cuerpos profesionales actuarán en primera intervención en el rescate de la persona accidentada y en caso de no ser suficientes o precisar de conocimientos y materiales más específicos son solicitados los grupos de espeleosocorro y personal especialista para que se incorporen al operativo.

El grupo de espeleosocorro está formado por espeleólogos especialistas formados e instruidos en el rescate específico en cavidades para actuar en caso de ser solicitados.

Simulacro de socorro (Fuente: FERM)

Este tipo de intervenciones se realizan de forma muy organizada y jerarquizada existiendo un protocolo de actuación específico cuya cronología es la siguiente:

  • Accidente
  • La Alerta. Toma de datos
  • Intervención de grupos profesionales
  • Movilización del grupo de espeleosocoro:
    • Nombramiento del coordinador del rescate
  • Rescate-intervención:
    • Organización sobre el terreno.
    • Formación de equipos
      • Equipo de reconocimiento
      • Equipo médico y/o asistencia
      • Equipo de comunicaciones
      • Equipos técnicos
      • Equipos de desobstrucción
      • Especialistas y Colaboradores
    • Evacuación del accidentado hasta el exterior de la cavidad.
  • Informes y documentación después del rescate.

Simulacro de socorro (Fuente: FERM)

De forma operativa existen diferentes ubicaciones y personal designado:

  • Centro de control: Lugar próximo a la cavidad donde se coordina y dirige el rescate.
    • Director de operaciones. Coordinador del rescate
    • Secretario (control de personal y tiempos)
    • Responsable de material
    • Responsable de comunicaciones
    • Resto de espeleosocorristas y personal de reserva
  • En la cavidad: Coinciden varios equipos al mismo tiempo: equipo médico, comunicaciones, equipos y personal de rescate,… por lo que hay que llevar un control de tiempos y personal muy exhaustivo, así como el material necesario en cada zona.

El equipo de reconocimiento junto con el equipo médico son los primeros en entrar en la cavidad, seguidos de los equipos de comunicaciones, desobstrucciones,… y finalmente los equipos de rescate.

Para minimizar tiempos, la cavidad se divide en zonas por tramos o dificultades y se le asigna a un grupo de rescate formado por espeleosocorristas y dirigidos por un jefe de equipo, los cuales son los encargados de acondicionar, instalar y evacuar al herido por su zona.

Todos los equipos trabajan al mismo tiempo instalando los anclajes y cuerdas necesarios para la evacuación del herido, intentando que una vez se ponga en marcha la camilla esta no pare su recorrido de evacuación hasta el exterior, salvo prescripción médica o cualquier otro imprevisto.

Por todo lo expuesto anteriormente, los rescates en cavidades son complejos y con muchas dificultades técnicas, requiriendo un gran número de personas y materiales específicos por lo que los equipos de rescate profesionales y grupos de espeleosocorro están continuamente formándose y realizando prácticas en simulacros de rescate para que en caso de necesidad, actuar lo más rápido y eficiente posible para que el herido salga al exterior en las mejores condiciones.