El espacio que le ofrece una cubierta verde le permite, sin coste adicional, tomar aire fresco y disfrutar de buenas vistas en privado.
Son un excelente recurso para mejorar la calidad de vida tanto en propiedades privadas como en empresas u obras públicas.
Este tipo de techos verdes fomenta la calidad de vida y nos reconcilia con la naturaleza, pero… hay que mantenerlos.
Un techo verde intensivo, como el mismo nombre sugiere, lleva mucho más trabajo en cuanto a gestión de los diferentes tipos de plantas por separado y mantenimiento.
Es una solución bastante interesante para dotar de protección a largo plazo a las estructuras interiores de la cubierta de techo ligero, haciendo que el mantenimiento se centre en mantener la capa superior de la vegetación.
Una de las consecuencias positivas más importantes es precisamente que contribuye a bajar la temperatura cuando éstas son más adversas, y el hecho de bajar unos grados en el interior de un edificio o de una nave industrial, aunque pareciese utópico, puede ser del todo correcto, sobre todo por la salubridad de las personas que se hayan en su interior.
Pero si hablamos de eficiencia, este tipo de cubiertas no son sólo ventajas, sino que presentan algunas dificultades tanto para el mantenimiento de los ajardinados, así como tener que realizar trabajos con protecciones colectivas, o líneas de vida, dado que para no romper con la estética, en muchas ocasiones lo que se busca es precisamente crear espacios muy visuales y minimalistas y es por tanto que si se instalarán barandillas de seguridad sería imposible poder instalar barandillas de aluminio dado que nos estaríamos cargando la estética de la terraza.