¿Es caro retirar o sustituir el material de amianto de tejados o bajantes?
Como todo en la vida, la respuesta correcta es depende.
Depende de la envergadura de la superficie, del estado en el que se halle la estructura, del número de trabajadores necesarios, de la calidad del trabajo contratado y, sobre todo, de si se va a cumplir con la ley y de si se van a respetar (o al menos redactar o tener en cuenta) algún procedimiento de trabajo y de prevención de los riesgos que conlleva la retirada del este material tan tóxico.
¿Tan peligroso es el amianto?
Está demostrado que sí.
Ya sean tuberías o bajantes, techos o tejadillos, canaletas, conductos, desagües, etc. son varios los materiales fabricados con fibrocemento con amianto, o uralita (nombre de la empresa fabricante y con el que se conoce este mineral en España), que aún podemos ver en muchas casas, fábricas o naves industriales.
Pero… ¿qué es exactamente? La uralita-amianto es un mineral compuesto de fibras microscópicas que está presente en la naturaleza en distintas variedades.
El problema es que cuando pasan los años y se degrada, erosiona, se rompen las placas, etc. este material lanza unas partículas invisibles especialmente cancerígenas.
Se trata de micro partículas o fibras de átomos de sílice y algunos metales como el magnesio, el manganeso o el hierro NO DEGRADABLES ni orgánicas, es decir, actúan como micro cuchillas que quedan alojadas en los pulmones y vías respiratorias, provocando multitud de daños entre 5-10 años después de la exposición, aunque haya sido UNA SOLA VEZ.
¿Cómo se quita la uralita para poner un nuevo tejado de panel sándwich?
El proceso de desamiantado de cubiertas, en la mayoría de las ocasiones hay que solapar el trabajo quitar uralita y fibrocemento con amianto de los tejados en edificios o construcciones que se encuentran en uso, con el montaje de una nueva cubierta, habitualmente de panel sándwich de modo simultaneo de modo que a la vez que se retira el fibrocemento con amianto (uralita) se vaya montando la nueva cubierta evitando en todo momento dejar desprotegida la vivienda o nave en cuestión.
Te recomendamos encarecidamente, que tengas a bien hablar con nosotros en caso de que vayas a encomendarte a una tarea relacionada con este tema, sobre todo, para conocer qué epis necesitas para retirar amianto.
Procedimientos para pequeñas retiradas de fibrocemento
No hace falta que se traten de trabajos de sustitución de cubiertas de fibrocemento de grandes superficies, naves o cubiertas… No todas las intervenciones de retirada de uralita-amianto son grandes obras, sino que en la mayoría de los casos se trata de llamadas a empresas especializadas en la retirada del amianto de parte de particulares o administradores de propiedades o comunas vecinaes.
En una casa se pueden llevar a cabo tareas de sustitución de estas placas en los típicos tejadillos o patios.
Aquí es donde verdaderamente encontramos el peligro, en la gran cantidad y atomización de los pequeños trabajos en viviendas y tejadillos sobre todo en pueblos o entornos rurales es donde más peligro encontramos dada la falta de vigilancia, falta de formación y la lacra de los falsos autónomos, profesionales ‘mercenarios’ que no cotizan a la seguridad social ni por sí mismos ni a sus ‘empleados’ (economía sumergida) y que ni por asomo realizan cualquier plan de trabajo aunque sea genérico para la retirada de éste material cancerígeno.
Ejemplo típico de retirada de amianto
Un caso típico de desamiantado es el de la sustitución de pequeños tejadillos que ha sido desmontado por el cliente y necesitan la correcta preparación y retirada de acuerdo al Real Decreto 396.
Da igual la cantidad o la envergadura del proyecto, el procedimiento es el mismo, y la redacción del plan de trabajo, inertizado del residuo, ensacado, y adopción de todas las medidas de seguridad es prioritario y necesario, puesto que si un inspector o guardia civil advierte la intrusión o ilegalidad, se producirá denuncia directa a la inspección de trabajo, y aunque no pueda hacer nada con los falsos autónomos, si puede caerle una sanción importante al propietario o junta de propietarios vecinales de la comunidad.
¿Qué pasa con la sustitución de bajantes de fibrocemento en edificios vecinales?
Al igual que cubiertas y tejados de amianto, en la construcción de vivienda nueva en la España de los 60 en adelante se hizo muy popular la utilización de todo tipo de elementos constructivos secundarios como tuberías, caños y bajantes de fibrocemento.
Esto ha hecho que la sustitución de bajantes de amianto sea uno de esos trabajos estrella de las pequeñas empresas de trabajos verticales y una operación muy común en nuestros días.
¿Cuándo se prohibió el uso del amianto?
El fibrocemento fue prohibido ya en el año 2002 por ley como hablamos en este artículo, y se encuentro en infinidad de edificaciones en España, lo que supone una proliferación de riesgos a nivel preventivo durante la retirada de pequeños elementos de fibrocemento como las tuberías y desagües.
El coste añadido a la intoxicación: El riesgo de caída en altura.
Se hace importante alarmar sobre los riesgos, dado que supone un peligro diario para trabajadores que no tienen formación ninguna acerca de trabajos verticales ni utilizan equipos o EPIS para trabajos en altura adecuados.
Nos gustaría recordar, a raíz de un hilo de conversación surgido en LinkedIn tras la publicación de un texto de Don Joaquín Ortega Herrera, Ingeniero de edificación Arquitecto técnico, profesor ‘Programa Universitas’ de la Universidad de Salamanca, contando una experiencia real acerca de la problemática de los falsos autónomos y el amianto la visión de microempresario o empresas familiares, muy comunes en nuestro país para todos los oficios relacionados con las actividades afines a la construcción, chapuzas, ñapas, bricolajes, etc. en donde los trabajadores no tienen más formación que el boca a boca y la experiencia laboral de los años.
Recordemos que España proviene de una economía muy pobre en los últimos 50 años, más ligada a la supervivencia que a la organización industrial como otros países europeos, y aún son muchos los profesionales que aun siendo muy válidos en ‘lo suyo’, actúan totalmente desligados a la Ley, los Reales Decretos o cualquier legislación o rigor legislativo o normativo.
¿De quién es la culpa?
Partimos desde luego de que, en el caso de los falsos autónomos, la responsabilidad en sí misma es de los empresarios o pseudo-empresarios dado que de base no están cumpliendo con las leyes del trabajo ni están sujetos a la seguridad social.
En caso de aquellos autónomos que, si cumplen con sus responsabilidades de autónomo de cara tanto a Hacienda como a la Seguridad Social, es muy probable que no tengan ni idea de las responsabilidades que les competen acerca de la Ley de Prevención de Riesgos laborales, lo cual es curioso porque la ley data ya de 1991 y aún seguimos en las mismas.
Como nos cuenta Joaquín Ortega en su anécdota, nos gustaría reproducir las palabras mismas de ése dueño de negocio local para que saques tus propias conclusiones: “[…] Llevamos toda la vida haciendo tejaos, hemos montao miles de placas, y desde que salió la ley esa que ponía tan difícil trabajar con amianto, tenemos mucho más trabajo, prácticamente solo nos dedicamos a la uralita, y más aún desde que en la zona cayesen unos granizos como huevos de gallina que dejaron los tejados como coladores, -mire usted- esta misma nave, como otras muchas de la comarca, la hicimos nosotros hace sólo ocho años y ha quedado totalmente inservible.”
Ni que decir tiene que la anécdota que reproduce este ingeniero, sucedida tras una denuncia de la guardia civil, no sólo suponía un riesgo a largo plazo relacionado con la ingesta y respiración de las fibras del amianto, sino un riesgo inmediato de pisar una plancha de fibrocemento y que la cubierta se rompa, no habiendo protección ni colectiva ni individual como una línea de vida en el tejado, aunque fuese temporal.
El coste de la retirada ilegal de la uralita: ¿Muerte o sanción?
Éste es el día a día de cientos de trabajadores, tanto falsos autónomos, autónomos o empleados por cuenta ajena, que dejan un largo procedimiento legislativo sin cumplir sencillamente porque “la culpa no es suya” sino del propietario del edificio, nave, tejado o donde sea que estén trabajando, y se puede enfrentar perfectamente a sanciones de 20.000 euros, si no más, dependiendo del número de trabajadores implicados o la gravedad del asunto.
También se conocen casos en el que se trata de riesgo grave e inminente como era el caso, trabajos sobre cubiertas frágiles, exposición a fibras de amianto, etc. con actas de infracción a promotores por riesgo grave e inminente de los autónomos contratados por éste con sanción de euros.
La ley de los autónomos y los promotores
Recordamos que el RD 1627/97 en el artículo 2. 3. Dice que cuando el promotor contrate directamente trabajadores autónomos para la realización de la obra o de determinados trabajos de la misma, tendrá la consideración de contratista respecto de aquéllos a efectos de lo dispuesto en el presente Real Decreto.
Claro, si según la Ley, el único responsable es el dueño, la forma de proceder es parar inmediatamente la obra y proceder a las sanciones pertinentes en contra del promotor y obligarle a que realice todo el procedimiento, tanto documental como fáctico, de instalar las protecciones colectivas e individuales que permitan a éstos trabajadores realizar su trabajo en condiciones “preventivas contra peligros graves” como son las caídas en altura o las enfermedades pulmonares.
Consecuencias de que pillen a un falso autónomo realizando tareas ilegales de retirada de amianto
Una obra ejecutada por autónomos contratados por un promotor se puede parar, siendo el sujeto responsable el promotor.
No olvidemos, que, aunque se cubra en materia de prevención de riesgos, a los trabajadores, si el procedimiento de trabajo con el amianto o uralitas no es el correcto, la erosión del material libera las sustancias como para contaminar el ambiente afectando a terceros, viandantes, vecinos, lo cual nos meteríamos incluso en asuntos penales y hasta en delitos de homicidio involuntario.
Como dice el protagonista de la anécdota, “[…] toda la vida hemos estado subidos a tejaos nunca nos ha pasado nada, lo que hay que saber es donde pisar y nosotros sabemos.”
Quien dice estas palabras, de cara a la Ley se libra de responsabilidades, pero no el promotor que le contrata (contratista, administrador de fincas, dueño de la fábrica, etc.) que puede pasar a pagar un precio realmente caro por no cumplir con la normativa española de la retirada de este tipo de materiales.
Todo depende de cuán lejos quieran llegar los inspectores de trabajo y funcionarios implicados.