Errores a la hora de planificar un proyecto de seguridad en altura
Posiblemente todas las empresas que nos dedicamos como actividad principal a dar soluciones de seguridad para trabajar en altura tengamos la tendencia en mayor o menor medida de focalizar la solución en una instalación de dispositivos de anclaje anticaídas del tipo que sea con un diseño más o menos acertado.
El papel de los prevencionistas
Tener estas capacidades que nos da la formación y la experiencia está muy bien, pero como prevencionistas nunca debemos de olvidar el fin último de nuestro trabajo que es el de minimizar el riesgo al máximo mediante su evaluación siempre que no se pueda evitar tal como nos lo indica nuestra propia legislación en los Principios de la acción preventiva.
Artículo 15. Principios de la acción preventiva.
- El empresario aplicará las medidas que integran el deber general de prevención previsto en el artículo anterior, con arreglo a los siguientes principios generales:
- a) Evitar los riesgos.
- b) Evaluar los riesgos que no se puedan evitar.
- c) Combatir los riesgos en su origen.
- d) Adaptar el trabajo a la persona, en particular en lo que respecta a la concepción de los puestos de trabajo, así como a la elección de los equipos y los métodos de trabajo y de producción, con miras, en particular, a atenuar el trabajo monótono y repetitivo y a reducir los efectos del mismo en la salud.
- e) Tener en cuenta la evolución de la técnica.
- f) Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún peligro.
- g) Planificar la prevención, buscando un conjunto coherente que integre en ella la técnica, la organización del trabajo, las condiciones de trabajo, las relaciones sociales y la influencia de los factores ambientales en el trabajo.
- h) Adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual.
- i) Dar las debidas instrucciones a los trabajadores.
En el sector de la Prevención de Riesgos Laborales, los prevencionistas encargados de evaluar los riesgos, nunca deben de perder la empatía con la persona que realiza los trabajos, como se suele decir coloquialmente “ponerse en las botas del trabajador”.
¿Cuáles son los errores más comunes?
Esta perspectiva nos ayudará a ver con más claridad algunos de los errores más habituales a la hora de planificar un proyecto de seguridad en altura, que entre otros, pueden ser:
No relacionar el riesgo de caída en altura con otros riesgos existentes:
Con frecuencia podemos tender a pensar que cuando realizamos un trabajo en altura no existen otros riesgos lo que nos puede llevar a no proponer la solución adecuada.
No priorizar la protección colectiva frente la individual:
La protección colectiva mediante redes de seguridad, sistemas de protección frente a hundimientos en zonas frágiles o barandillas de protección de borde, siempre deben de ser la primera opción en de instalación anticaídas.
No tener una visión integral de la solución anticaídas:
Esta solución debe de empezar en una zona sin riesgo de caída y debe de tener en cuenta todos los trabajos que se tienen que realizar hasta el retorno a la misma.
Falta de formación e información a los trabajadores:
Formación práctica a nivel interno de Proalt
Es fundamental trasmitir toda la formación e información específica a los trabajadores, dado que con ella conseguirán distintas habilidades técnicas y además un grado de concienciación del riesgo superior.
No relacionar la solución anticaídas con un procedimiento de trabajo seguro:
El procedimiento de trabajo seguro debe de ser el paso a paso a tener presente desde el inicio al final de la actividad.
No conseguir trasmitir a los usuarios un procedimiento de trabajo seguro:
De nada sirve si tenemos un procedimiento de trabajo que no sabemos trasmitir a los usuarios. Para evitar esta situación nos debemos de apoyar a nivel teórico en toda la documentación necesaria para ello y a nivel práctico realizarlo en una zona segura hasta estar convencidos de haberlo conseguido.
Instalaciones de dispositivos de anclaje con materiales no normalizados ni certificados:
Placa identificativa del sistema instalado que utilizamos en Proalt
Los que llevamos en esta actividad varios años hemos visto instalaciones llamadas anticaídas realizadas con cualquier material o criterio donde lo que priorizaba era tener un sitio donde “engancharse”. Afortunadamente la tendencia es que este tipo de instalaciones ya no se realicen o las existentes se sustituyan.
Instalaciones de dispositivos de anclaje con materiales normalizados y certificados, pero con diseños de instalación inadecuados:
Desafortunadamente, aunque los materiales utilizados en la instalación anticaídas sean de fabricantes que cumplen las normas y con todas las certificaciones, los criterios de instalación de los mismos no son los adecuados, tanto por como se anclan a la estructura como por los diseños que se han tenido en cuenta.
Elementos de conexión y arneses no adecuados para el trabajo a realizar:
Todas las instalaciones de dispositivos de anclaje anticaídas deben de contemplar en su certificación los equipos de conexión asociados a las mismas y la forma de conexión a las anillas de los arneses destinadas a tal fin en función del trabajo en altura a realizar.
Falta de planificación de un plan de rescate y evacuación:
Formación práctica: Simulacro de rescate durante un trabajo en altura
Es frecuente pensar que la solución anticaídas termina cuando los dispositivos de anclaje donde se conecta el usuario han funcionado y hemos evitado que éste llegue a la zona de caída o choque con el suelo u otros obstáculos, cuando realmente la solución es integral en el momento que es evacuado y puesto a disposición de los servicios sanitarios mediante un plan de rescate y evacuación.
Técnico comercial de seguridad, encargado de cerrar acuerdos comerciales y representar a Proalt por el norte del país.
Ingeniero de Minas y Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales, especializado en sistemas anticaídas desde 2010.
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